No existe el dinero fácil

 

Una de las cosas que más me puede frustrar, molestar y entristecer (todo al mismo tiempo) es ver a distintas personas que se promueven como Asesores Financieros o que ofrecen productos maravillosos con los que acumularás grandes fortunas. Me he topado con anuncios y publicaciones en redes sociales en los que ponen mensajes que son completamente falsos, tales como: “Gana un segundo salario invirtiendo en acciones de Amazon” o “Con invertir 50 pesos diarios por 25 años, tendrás una suma millonaria para vivir el resto de tu vida”. Esto claramente es mentira y es importante decirlo pues desafortunadamente hace falta más ética en la industria.

¡Hola a todos! Y bienvenidos a una semana más de aprendizaje financiero. Tomando en consideración el sentir expresado en el párrafo anterior, en esta ocasión la columna estará dedicada a hablar de los esquemas ponzi, piramidales y los productos milagro, pues son algunas de las formas en las que en algún punto de nuestras vidas nos presentarán supuestas “inversiones” de las que tenemos que mantenernos siempre alejados para proteger nuestro patrimonio.

Una de las materias en la escuela con la que siempre he percibido cierta resistencia (de parte de la gente en general) es Historia. Se alega que en la vida práctica no tiene utilidad, sin embargo, solo conociendo los eventos del pasado es que podemos evitar tropezar con la misma piedra. Desafortunadamente, los humanos al parecer somos cabeza dura y si no nos pasa a nosotros pareciera que no entendemos.

Carlo Ponzi, nació en Italia, pero sería en Estados Unidos donde alcanzaría la fama por la estafa millonaria que haría que el término “esquema ponzi” fuera acuñado. Lo que Carlo hacía era comprar cupones postales en otros países y venderlos en Estados Unidos, con lo que conseguía una ganancia significativa, por lo que decidió invitar a más personas a invertir con él, ofreciendo rendimientos de entre el 50% y el 100% en períodos de máximo 90 días.

Las personas empezaron a darle dinero e inicialmente el generaba los rendimientos con las compraventas que hacía, pero el número de cupones físicos que existían era limitado, así que llegó un punto en el que para que su negocio funcionara tendrían que existir 160 millones de estos cupones, y solo había 27 mil registrados. Cuando esto salió a la luz, los inversionistas exigieron su dinero de vuelta y el esquema colapsó.

En términos sencillos, los esquemas ponzi funcionan de la siguiente forma: A la gente que invierte primero se le va pagando los rendimientos prometidos usando el dinero de los nuevos inversionistas, quienes a su vez reciben sus rendimientos gracias al dinero de los inversionistas que llegaron después de ellos. El esquema funciona por un tiempo indefinido, hasta que sucede una de las siguientes dos cosas:

1.       Dejan de entrar nuevos inversionistas y ya no hay dinero para pagar los supuestos rendimientos a quienes ya tienen su dinero invertido en el esquema.

2.      Un número importante de los inversionistas piden de vuelta su dinero y no hay los fondos suficientes para satisfacer ese requerimiento.

Y entonces, el castillo de naipes se derrumba y las grandes fortunas que los inversionistas creían estar acumulando, desaparecen.

Algunas de las señales que deberían alertarnos sobre la posibilidad de que una “inversión” sea en realidad un esquema ponzi son:

·       Se ofrecen altos rendimientos con riesgo bajo o inexistente. Recuerda que a mayor rendimiento normalmente el riesgo es mayor.

·       Siempre reportan tener ganancias. Lo normal es que los instrumentos financieros tengan altas y bajas generadas por los ciclos económicos, cambios en política monetaria o fiscal, tipo de cambio, entre otras cosas. Por lo tanto, es altamente sospechosa una inversión que sin importar lo que suceda sigue generando ganancias.

·       Inversiones no reguladas. En los esquemas ponzi una de las cosas que salta a la vista casi de inmediato es la falta de regulación gubernamental que tiene la “inversión”. Cuando invertimos en productos financieros debemos cerciorarnos de que estén regulados por autoridades del gobierno federal como pueden ser la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).

·   Vendedores sin acreditación. El producto te lo ofrece tu amig@ del gimnasio, de la peluquería o de las tortas, el sobrino de la Lupe que es “bien bueno para los negocios” u otra persona que no cuenta con ningún tipo de certificado que lo avale como especialista en productos financieros.

·   Estrategias altamente complejas y secretas. En muchas ocasiones sucede que los inversionistas se ven engatusados con la verborrea del vendedor, quien busca confundirlos con terminología compleja para que en lugar de que cuestionen el producto, confíen en él porque “suena a que sabe de lo que habla”. También en ocasiones evitan darte información completa argumentando que es un secreto empresarial que no pueden compartir.

·       Dificultad para disponer del dinero. Como se menciona anteriormente, una de las situaciones que puede hacer colapsar a los esquemas ponzi es que la gente quiera sacar su dinero, por lo que, si empiezas a notar dificultades para poder sacar tu dinero, MUCHO OJO.

Además de los esquemas ponzi, otra de las maneras en las que gente sin escrúpulos busca hacer dinero fácil es: defraudando a sus “inversionistas” o “socios” a través de los famosos esquemas piramidales.

En su versión clásica, estos esquemas lo que hacen es enfocarse en reclutar nuevos participantes y con eso generan la mayoría de su dinero. Los nuevos participantes a su vez son motivados a reclutar a más personas, con lo cual podrán recibir grandes beneficios económicos sin estar generando ningún valor en realidad. El problema está en que para participar tienes que hacer una inversión inicial, entonces el esquema colapsa cuando nadie más quiere unirse a la pirámide y los ingresos se acaban. En muchas ocasiones los promotores del “negocio” lo presentan como un programa de mercadeo multinivel, aunque en realidad no se esté vendiendo ningún producto o servicio real.

Algunas de las características que pueden ayudarte a identificar un esquema piramidal son:

·       El énfasis no está en la venta, sino en el reclutamiento de nuevos “socios”. Es realmente alarmante el que la compensación principal sea por reclutar nuevos miembros, en lugar de que sea por vender productos o servicios.

·       No se vende ningún producto o servicio real. En muchas ocasiones lo que hacen los estafadores es ofrecer productos que suenan muy sofisticados, con lo que evitan que la gente investigue y se documente al respecto.

·       Promesas de dinero rápido con poco esfuerzo o poca venta. Recuerda que el dinero fácil no existe.

·       No existen evidencias de ingresos que provengan de algo distinto al reclutamiento de otros socios. Revisar los estados financieros de la empresa puede ser un buen punto de partida, también puede servir el pedir reportes de ventas en los que se vea de manera separada lo vendido a “socios” y a personas externas.

·       Esquemas de comisiones difíciles de entender. Si te intentan revolver mucho con la manera en la que vas a estar generando tus ingresos, eso no huele bien.

Por si fuera poco, hoy en día, hay empresas que utilizan propaganda engañosa y poco ética para promover sus productos y servicios financieros. Entre las cosas que me ha tocado ver están anuncios en los que básicamente lo que se le dice al público es que al invertir en criptomonedas van a lograr la independencia financiera. Mientras que la realidad de las cosas es que las criptomonedas, aunque podrían llegar a ser activos estables, por el momento solo pueden ser consideradas como instrumentos especulativos.

La gente escucha que hubo ciertas personas que se volvieron millonarios invirtiendo en Bitcoin y entonces buscan la criptomoneda más barata porque creen que eventualmente va a llegar al mismo precio que Bitcoin por el simple hecho de ser una criptomoneda. Este frenesí por encontrar la nueva “gran inversión” ha generado la proliferación de criptomonedas, pues mucha gente quiere capitalizar el gran apetito que existe por esta nueva moda.

Algo que pocos saben es que en enero del año en curso existían ya más de 4 mil criptomonedas distintas, esto es MUCHO más de los 195 países que hay en el mundo. Por lo que te invito a hacerte la siguiente pregunta ¿Realmente van a tener éxito esas 4 mil criptomonedas? A lo que probablemente respondas que no, por lo que te invitaría a responder una segunda pregunta ¿Cuento con los conocimientos y experiencia suficientes para poder escoger (entre las criptomonedas existentes) aquellas que realmente permanecerán a través del tiempo? Si la respuesta nuevamente es un “no”, entonces mi recomendación sería mantenernos alejados de este tipo de inversiones. Si la respuesta es un “sí” con argumentos que lo sustentan, entonces adelante.

También me ha tocado escuchar a personas que hablan de invertir en acciones de empresas sin importar el precio de la acción. Esto lo justifican argumentando que se trata de empresas sólidas, de muchos años y con productos superiores. Sin embargo, para perder dinero no es necesario que la empresa quiebre, de hecho, la empresa podría continuar en operación por los siguientes 100 años y que aun así perdamos dinero en nuestra inversión. ¿Cómo puede pasar esto? Con una caída en el precio de las acciones de la compañía en la que invertimos nuestro dinero. Algo que puede pasar con cualquier empresa pues los ciclos económicos, las nuevas tecnologías, los impuestos, las tendencias del mercado, las tasas de interés y muchos otros factores pueden hacer las acciones de una empresa bajen de precio.

El artículo de hoy puede generar cierto temor entre los lectores y está bien, en parte esa es la intención. Pues nunca debemos invertir con los ojos cerrados y tener fe en que las cosas van a salir como queremos. Es importante que leamos y nos documentemos antes de tomar decisiones de inversión. Recordemos que lo que estamos poniendo en juego es el dinero que nos ha costado muchas horas de trabajo conseguir.

La próxima semana continuaremos hablando de inversiones enfocándonos ahora en las alternativas de inversión a las que podemos acceder a través de la bolsa de valores ¡No te lo pierdas!

¡Conecta con nosotros!

Escríbenos tus comentarios y preguntas en:

Facebook, Instagram y Twitter: @perezgilap

Comentarios

Entradas más populares de este blog

GBM+ una plataforma que revoluciona las inversiones en Bolsa

Bursanet de Actinver una puerta de entrada a las inversiones